Página 8 de la Edición #69 de Febrero de 2019

Por Ahimara Nahaiví Suárez Ramírez / Fotografía: Migares Alvarez Zenteno


El turista nato es curioso, viaja para conocer, saber y entender, viajar para nosotros es ir a la raíz, a la fuente que define cada lugar y a su gente.

Cultura e identidad son dos conceptos que van íntimamente ligados y sin duda fundamentan el sentido de pertenencia en cada sitio del planeta.

Nosotros cuando hablamos de Turismo, no tenemos ninguna intención de quedarnos en la superficie, queremos hacer Turismo desde adentro, turismo en serio. Por esta razón y con el sabor de un café exquisito a las 7:30 de la mañana nos entrevistamos con el psicólogo de profesión y fervoroso admirador de las expresiones diversas del arte y la cultura Roger Suárez Vela ciudadano del municipio de Tenosique, Tabasco.

Y es que nosotros en plena época de carnaval en el municipio y con la curiosidad de la que les hable al principio buscamos saber como se vive en la actualidad una tradición cuyas raíces son culturas ancestrales de México y que hoy le está dando la vuelta al mundo… La danza del pocho.

Y bueno para empezar con bases sólidas aquí hay un detalle de suma importancia que hay que dejar en claro al hablar de esta danza. Si bien las fechas en que se lleva a cabo dicha tradición coinciden con la celebración del Carnaval y esto con los años ha hecho una amalgama de vivencias que le hicieron ganar al mismo la denominación de “El carnaval más raro del mundo”. Vale la pena entender que la danza y el carnaval son temas distintos, coinciden, no son una, carnaval hay en muchos lugares del mundo, Danza del pocho solo hay en TENOSIQUE.

Esto es lo que nosotros queremos compartirles, cultura. Queremos mostrarles que vivir esta experiencia es en automático generar recuerdos extraordinarios, hablamos de un ritual completo, en el que la mayor parte de la población participa.

3 personajes principales: Pochoveras, Cojoes y trigrillos o jaguares. Hojas verdes y secas, flores, tierra y tizne son los principales componentes de los trajes. La música la llevan el carrizo (una especie de flauta) y un tambor de cuero. Música prehispánica, raíces vivas, participar de esta celebración es hacer oda a nuestra cultura, compartirla con quienes visitan el lugar o en este caso quienes nos leen es mostrar un rincón de México con un patrimonio cultural que no requiere guardianes. “LA DANZA SE GUARDA SOLA” fueron las palabras que resonaron en mí.

La guardan los padres que pasan las pieles de jaguar cuidadas durante generaciones a los que vienen entrando, la guardan los grupos de mujeres de todas las edades que preparan sus sombreros y eligen con gusto sus faldas con flores y sus blusas impecables, la guarda cada participante que diseña su careta (máscara) a gusto personal. A nosotros nos queda disfrutarla – me dijo, y compartirla, porque a final de cuentas nuestras tradiciones y costumbres son cultura; es arte y el arte está hecho para vivirlo.

De más está decir que en esta platica encontré mucho más de lo que buscaba, se sirvieron en la mesa unas tortillas con queso artesanal, saliendo del comal, en el fogón de una cocina que dice Tierra Tabasqueña, ¡Bienvenidos! ¡Y con estos sabores y la confesión de que hoy por hoy su mayor satisfacción la obtiene de disfrutar y compartir de la gastronomía de Tabasco, prometimos volver!

¡Para seguir haciendo Turismo desde adentro, turismo en serio!

Los invitamos a conocer mucho más de danzas, tradiciones, cultura y sabor en nuestras páginas, para vivir la ruta hasta el último de sus rincones al estilo Maya Turistic.

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