Por Maya Turistic
En los últimos años, los trajes típicos de Chiapas han acaparado los reflectores de la moda a nivel nacional e internacional gracias a estilizaciones y a su indiscutible belleza, sin embargo, pocos saben que su verdadero valor se encuentra en su historia y su profundo arraigo con la cultura del estado la cual se remonta a siglos en el pasado, los hombres poseen una vestimenta bastante particular, compuesta principalmente por una camisa pantalón de manta, el rasgo más vistoso de su traje es sin lugar a dudas el poncho de lana negra o blanca usada por encima de la camisa, esta va atada de una faja colorada.
Otro rasgo característico en la vestimenta de los hombres de San Juan Chamula es su sombrero de paja del cual cuelgan múltiples listones de colores, de igual manera el bolso de piel cuenta con esta misma decoración.
En el caso de las mujeres, se compone de una falda negra en lana de borrego, tejida en telar de cintura.
Esta falda, que resulta bastante abrigada por la cantidad de lana que lleva, se sujeta con una faja de color rojo, también de lana.
Los textiles de lana son toda una tradición en el municipio de San Juan Chamula del estado mexicano de Chiapas, donde los indígenas tzotziles crían ovejas exclusivamente para obtener su pelaje y convertirlo en bellas prendas típicas, pues las consideran animales sagrados.
El más tradicional de los trajes que confeccionan de manera artesanal con técnicas antiguas es la nagua (falda) de la mujer y el chuj (camisola) del hombre.
El proceso de elaboración es muy costoso y lleva alrededor de cuatro meses después de que ya se le cortó el pelaje a la oveja. Una vez trasquilado un animal se debe hacer lo propio con todo el hato para que no se desconozcan entre ellos.
Después del primer corte de pelo a una oveja deberán pasar ocho meses para que vuelva a crecer el pelaje, lo que sumado a los cuatro meses de elaboración representa un año completo para poder tener listos los textiles.
El pelaje de un animal se vende en 2.500 pesos (125 dólares) y se necesitan cuatro de ellos para hacer una falda.
Con el pelaje ya cortado en casa sigue la desmenuzada de la lana, la selección de los hilos, la lavada y la secada. Luego se lava otra vez pero con atole de maíz criollo y de ahí se tiñe con tierra negra o lodo hirviendo con yerbas de chatec, una planta que sirve como fijador del color.
Las telas resultantes poseen detalles y texturas que las máquinas no logran.
Con la lana también se elaboran artesanías que las mujeres tzotziles venden a los turistas, particularmente muñecos que también van vestidos al estilo chamula, pero también los más diversos animales, desde gatos o monos hasta leones y elefantes…
Todo esto lo podrás observar y ver desde la elaboración por etapas, hasta el resultado final de las prendas, en la Exposición de los trajes típicos, en la casa de las Artesanías en Tuxtla Gutiérrez Chiapas