Por Maya Turistic


Sólo después de la India, México es el segundo país del mundo con mayor diversidad cultural por sus grupos étnicos perfectamente diferenciados; y Chiapas es uno de los dos estados con mayor número de pueblos indígenas distintos. En cuanto a la gastronomía el fenómeno es similar, pues la cocina mexicana en general y la cocina chiapaneca en particular son hoy producto de una fusión de culturas convirtiéndose en una de las más notables del país.

Chiapas es de los estados más ricos en cultura, tradición y gastronomía. Cuando recorremos los mercados en las diferentes regiones de este maravilloso lugar, es sorprendente la cantidad y diversidad de productos que pueden encontrarse, algunos de ellos emblemáticos, y que reflejan los climas, las costumbres, el tipo de tierra, así como sus habitantes.

La gastronomía de Chiapas inicia con la llegada de sus primeros pobladores, los cuales fueron nómadas que bajo el liderazgo de un caudillo llamado Votán, fueron cautivados por sus inconmensurables recursos naturales, principalmente vegetales y animales silvestres por lo que decidieron quedarse y poblar el lugar.

La cocina de Chiapas se nutre por la diversidad de etnias máyense como los mames, tojolabales, tzotziles y chamulas; así como la zoque de origen olmeca que al combinarse con la cocina española por la influencia de los monjes dominicos; resulta en una inmensa variedad de exquisitos y deliciosos platillos tradicionales.

La comida chiapaneca, que deriva en gran parte de su cocina prehispánica, enriqueció sus recetas al combinarse con la española, de manera que ahora se puede disfrutar de una extensa variedad de platillos como la barbacoa de res o de borrego; y el cochinito, carne de cerdo horneada con un adoba especial, además, por tratarse de un estado rico en fauna silvestre, es común la preparación de platos a base de iguana, tortuga, armadillo, tepescuincle, pavo, faisán, chachalaca y pato.

De igual forma existen también un sin número de platillos elaborados con vegetales del lugar, como las sopas y tamales hechos con chipilín o los guisos de mono o yerba santa. Además, es muy común encontrar las menudencias de res y cerdo en esta cocina y saborear después, a la mesa, preparaciones como la chanfaina; y en regiones cuya vegetación es propicia se comen el palmito y la pacaya.

Hoy en día en las diferentes regiones de Chiapas como el municipio de Comitán es común encontrar el delicioso salvadillo con temperante, el chinculguaje, los picles, el chicharrón de cáscara y el pan compuesto. Además es imprescindible mencionar a la deliciosa lengua en pebre, la pierna al horno, la olla podrida, la sopa de gota entre muchos más platillos que son dignos representantes de la gastronomía chiapaneca.

Por su parte en San Cristóbal de Las Casas se puede disfrutar de su singular pan, que es reconocido en todo el estado, las carnes frías, los tamales de azafrán y la peculiar sopa de pan, el pavo relleno, el asado coleto, entre otros.

En Tuxtla Gutiérrez y en zonas cercanas como Copoya se puede encontrar la sopa de chipilín, el nucú, el puerco con moní, el nigûijutí, el caldo de shuti, huacasis caldu, tzispolá o sispolá, putzé, tamal picte de elote, tamal nacapitú, pucxinú, fideo de fiesta, entre otros preparados por grandes maestras de la cocina tradicional.

En Chiapa de Corzo el acostumbrado cochito horneado, la pepita con tasajo, la chanfaina, por mencionar algunos de los platillos. En la región costera, en Tapachula, se sirve el caldo de shuti que es un peculiar caracol de río, además de venado en varios guisados. En toda la costa abundan platillos preparados con los excelentes pescados y mariscos obtenidos del mar y los esteros. En la región de la Sierra sobresalen la carne con frijol, los estofados, y así podríamos recorrer todos y cada uno de los municipios del estado ya que cada uno tiene sus propias comidas.

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