Por Maya Turistic
La ciudad de Tacotalpa es una de las ciudades más antiguas de Tabasco, de hecho, se tienen indicios de que ya en 1531, existían asentamientos indígenas en este lugar, probablemente de indígenas mayas de la cultura zoque quienes comenzaron el poblamiento del territorio por ahí de los siglos V y VI.
La ciudad ha sido muy importante a través de la historia de Tabasco, ya que en 3 ocasiones fue declarada como capital del Estado. El nombre de esta bella ciudad proviene del vocablo náhuatl Taco-tlal-pan, que al castellano se puede entender como “Tierra de breñas o malezas”.
El municipio cuenta con atractivos lugares muy cercanos a la ciudad, entre los que se pueden mencionar Tapijulapa, Oxolotan, kolem jaa, Villa luz, entre otros, siendo el pueblo mágico de Tapijulapa el más concurrido por los visitantes. Tacotalpa al pertenecer a los municipios de la región de la sierra tabasqueña, se encuentra rodeado por múltiples montañas, cascadas de aguas azufradas y por ende, la selva.
La cultura de este lugar, como muchos otros de la región, se ha formado por historias y leyendas asombrosas ligadas acontecimientos religiosos, fantásticos y paranormales experimentados por las generaciones de los habitantes de esta localidad.
Tales son los relatos de un hombre peludo con apariencia casi humana, de gran estatura y sin coyunturas en las extremidades que vive en una caverna en completo estado de salvajismo en la espesura de la selva, específicamente en la cordillera del Madrigal desde épocas inmemoriales. Se le describe que en vez de hablar gruñe como los animales y de vez en cuando sale y comete una serie de actos perjudiciales para los habitantes de las comunidades aledañas y cada noche hace algo que parece un ritual antes de unirse a su compañera.
Los lugareños relatan, que este ser mítico llamado el Salvaje es un ser es muy peligroso, pues suele atacar a la gente. Se cuenta que es agresivo con los hombres, rapta a las mujeres y se come a los niños. También que roba las piezas de ganado, toma los frutos y otros productos agrícolas en tiempos de cosecha.
De las muchas experiencias relatadas por los lugareños, se cuenta que un señor, estando en la selva, tuvo que dejar por un momento a su hijo en la carreta donde transportaba leña; cuando regresó, solo encontró los restos de su hijo pues ya se lo había comido El Salvaje.
Una de las peculiaridades que se le atribuye al mítico hombre salvaje es que debido a que no tiene articulaciones en las extremidades, se le dificulta la caminata. De hecho este atributo, parece ser su debilidad pues se deriva la manera de escapar de tan horrorosa bestia. Se cuenta que quien tenga enfrente al Salvaje, debe bajarse el pantalón y enseñarle las nalgas; esto hará reír mucho al Salvaje, tanto que se caerá al suelo y como no tiene coyunturas le dará mucho trabajo levantarse. Este lapso es el que deberá aprovechar el individuo escapar del mítico personaje.