Por Maya Turistic
Mérida es la única ciudad del país que tiene actividades culturales gratuitas todos los días de la semana lo que la hace más atractiva ante los ojos del mundo y nos pone al nivel de las mejores capitales del mundo entero —expresó el alcalde.
El Festival de las Ánimas comienza el 25 de octubre
Por su parte, al ofrecer detalles del Festival de las Ánimas, José Luis Martínez Semerena recalcó que esta actividad se realizará del 25 de octubre al 2 de noviembre y es una de las más visitadas por turistas nacionales y extranjeros, ya que rescata y mantiene viva una de las más arraigadas tradiciones que es el culto a los muertos.
Esta edición incluirá la instalación de 330 altares a lo largo del corredor gastronómico que irá del Cementerio General hasta el barrio de San Juan, con una longitud de tres kilómetros.
Otras actividades de ese festival es el Paseo de las Ánimas, el Camino de las Flores, la tercera edición de la Feria del Mucbipollo; Rodada de las ánimas con los Cicloturixes y la Vaquería de Ánimas
En esta edición, por primera vez participarán los estados de Querétaro, Michoacán y Sinaloa.
En su intervención, Irving Berlín, director de Cultura, señaló que el 13 y 14 de diciembre se realizarán La Víspera y la Noche Blanca, respectivamente, con la participación de artistas locales, e invitados de Campeche, Chiapas, Veracruz, Quintana Roo.
La Noche Blanca ofrecerá más de 115 espectáculos con más de 220 artistas, en aproximadamente 100 sedes que lograran cautivar a meridanos y visitantes.
Todos estos eventos que ademas es de lo mas representativo en el año con turismo de reuniones y cultural se realizan en el marco de hanal pixan, la celebración que deja en claro que para México la vida y la muerte se celebran y agradecen por igual.
Conozcamos el corazón de esta tradicion.
El hanal pixán, o “comida de las ánimas”, es una tradición del pueblo maya que se lleva a cabo para recordar de una manera especial a los amigos y parientes que se adelantaron en el viaje eterno. Es un acontecimiento especial para los deudos de los difuntos, pues saben que, en estos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas “reciben permiso” para visitar a sus familiares.
El primer día se dedica a los niños y le llaman u hanal palal. El segundo día, 1 de noviembre, está dedicado a los adultos muertos y le llaman u hanal nucuch uinicoob, y el tercer día es el u hanal pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.
La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en poner una mesa que funciona como altar, alumbrada con velas de cera, debajo de los árboles del patio y cerca de las sepulturas de los familiares, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, pibes o mucbipollos, jícamas, mandarinas, naranjas, xec (mezcla hecha con naranja, mandarina, jícama y otras frutas, así como chile molido), dulce de papaya, coco y pepita, tamales de x’pelón, vaporcitos, balché (bebida embriagante que se hace con la corteza de un árbol que se llama así), pan dulce y jícaras de sabroso tan-chucuá (atole que se fabrica con masa de maíz, cacao, pimienta y anís). Todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de ruda y las fotografías de las personas fallecidas.
El día de los niños difuntos el altar es decorado con un mantel bordado en tonos alegres, en el que se colocan, además de los alimentos, dulces y juguetes, y se adorna con flores de xpujuc (de tipo silvestre y color amarillo), xtés en color rojo y virginias.
Estas viandas pasan toda la noche del 1 al 2 de noviembre, en esos pequeños altares, debajo de los árboles. Y cuando las almas de los difuntos “han tomado la gracia”, los familiares de aquellos meriendan los mucbipollos, y los pibinales, y se toman el atole y el balché.
Una semana después, se efectúa el bix (ochovario del día de finados, se dice también de la reunión o fiesta que se hace a los ocho días de algún acontecimiento) u octava, que es una especie de repetición menos complicada que la anterior.
En las noches de esos días, en las puertas de las casas y en las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas vean su camino al venir y al retirarse de la población al terminar los finados.
El Mucbipollo
El mucbipollo o pib es un tamal grande hecho de masa de harina de maíz y manteca, relleno de carne de pollo y cerdo y condimentado con tomate y chile. Esta torta de maíz se envuelve en hojas de plátano y se guisa en horno de leña, o mejor aún, se prepara en el patio de la casa un hueco en la tierra, donde se ponen leña y piedras para cocinarlo a la manera tradicional: enterrado.
También entierran en el horno subterráneo, calabazas grandes, de preferencia la dzol, jícamas, camotes, mazorcas de maíz tierno (pibinales), y unas tortas de masa y frijoles llamadas pibil-x’pelón.
El pan de muerto
Cada vez se extiende más entre los yucatecos la costumbre de consumir y poner en sus altares el pan de muerto, que no es propio de la región, sino que vino del centro del país, y que lo han integrado poco a poco a su forma de festejar el día de los fieles difuntos, lo mismo que los dulces en forma de calavera con el nombre de alguna persona.
Fuente
Enciclopedia Yucatanense
Segunda edición
Edición oficial del Gobierno de Yucatán
Ciudad de México, D.F., 1977
Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán
Gobierno del Estado de Yucatán
Secretaría de Fomento Turístico
Gobierno del Estado de Yucatán
Fotos Juan Euan