Ante circunstancias atipicas nace un proyecto de iniciativa privada con recursos propios, en plena pandemia y con el objetivo de generar espacios de empleo, creado por una mujer indígena Yokot’an. Vianey Rodríguez (Chontal-Maya) quien nace en Tecoluta, Nacajuca, diseñadora, emprendedora, promotora cultural, altruista y viajera quien junto con su equipo de colaboradores que también son indígenas, busca rescatar, difundir los sabores ancestrales, la convivencia con la naturaleza, la lengua autóctona, el folklore, admirar la obras artes y las artesanías de los pueblos originarios, el restaurante ofrece alimentos frescos con productos de la región, así como los utensilios y muebles.
A nuestros visitantes después de degustar sus alimentos, se les invita abrazar a nuestro guardián Yumte’e (dueño de la selva) su rostro es labrado en un árbol vivo de Cuajilote de más de 60 años, su flores y frutos tomados en té limpia los riñones, es un árbol medicinal y por su puesto si lo abrazas te llenas de buenas energías”.
Significa lengua verdadera, original, no el Chontal ya que esa palabra es un etnónimo de origen náhuatl: chontalli, “extranjero”; se empleaba para referirse a los miembros de pueblos de habla distinta a la náhuatl, y nosotros somos originarios y dueños de nuestros pueblos, somos hombres y mujeres originarios: “Yoko ixik y yoko winik”. Por lo tanto nos autodeterminamos Yokot’an del grupo maya.
En el mismo espacio contamos con un Centro Cultural Yokot’an, su objetivo es enseñar, difundir, preservar, enaltecer la riqueza cultural y cosmovisión indígena de Tabasco para el Mundo, impulsar a los nuevos talentos, nuestros maestros de calidad comparten sus conocimientos a los alumnos, el idioma Yokot’an, música autóctona, escultura, dibujo y pintura. Es un espacio para presentación de libros, obras de teatro, encuentro de artistas etc.