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Si buscas una experiencia cultural única y auténtica en México, no busques más allá del pueblo de Pomuch en el estado de Campeche. Este pequeño rincón del sureste mexicano, ubicado a poco menos de 70 kilómetros de la capital del estado, es conocido por preservar tradiciones ancestrales, entre las cuales destaca una de las más sorprendentes y fascinantes: el desentierro de muertos durante las fechas alusivas a octubre-noviembre, especialmente en el Día de los Muertos.
Pomuch, un tranquilo pueblo campechano, es el lugar donde las tradiciones mayas se entrelazan con el catolicismo en una celebración que honra y recuerda a los seres queridos que han partido. Para los habitantes de Pomuch, recordar a sus muertos no es solo una tradición, es un acto de amor y respeto que se lleva a cabo cada año en un ritual único.
El ritual del desentierro de muertos
El desentierro de muertos es una de las prácticas más notables que se realizan en Pomuch durante las festividades de noviembre. Del 25 al 30 de octubre, las personas del pueblo se reúnen para llevar a cabo este conmovedor ritual. Durante este tiempo, los restos de los seres queridos que están enterrados en el panteón del pueblo son desenterrados con mucho cuidado y respeto.
El objetivo de este ritual es limpiar los restos y llevar a cabo una veneración especial a los difuntos. Las familias se esfuerzan por recordar a sus seres queridos y traerlos de alguna manera de regreso a sus hogares. Para lograrlo, se crean ofrendas y altares en los que se colocan las urnas con los restos de los difuntos para alistarlos para el Día de Muertos.
El proceso de desentierro y limpieza es llevado a cabo por los miembros de la familia, y es una experiencia que involucra a todas las generaciones. Cada uno tiene un papel en este proceso, desde los más jóvenes hasta los más ancianos, y juntos realizan una limpieza meticulosa de los huesos y restos de sus seres queridos.
Para llevar a cabo este proceso, se utilizan trapos y brochas delicadas para limpiar los restos. Cada fragmento es tratado con el máximo respeto y cuidado, lo que refleja la profunda conexión que los habitantes de Pomuch mantienen con sus ancestros.
Es importante destacar que el desentierro de muertos en Pomuch es un proceso legal y regulado. Para llevar a cabo esta práctica, se requiere la presentación de una carta de exhumación y el acta de defunción correspondiente. De esta manera, se garantiza que todo se realice de manera adecuada y respetuosa.
El desentierro de muertos en Pomuch es mucho más que una tradición. Es un acto de amor y respeto hacia los seres queridos que ya no están físicamente presentes, pero que siguen viviendo en los corazones y recuerdos de sus familias. Cada año, esta celebración única permite a los habitantes de Pomuch sentirse cerca de sus difuntos y mantener viva la memoria de quienes los precedieron.
La creación de ofrendas y altares
Una vez que los restos han sido limpiados y preparados, se colocan en altares y ofrendas especiales en los hogares de las familias. Estos altares están decorados con flores, velas, fotografías de los difuntos y objetos que eran significativos para ellos en vida.
Los aromas de las velas y las flores llenan el aire, creando un ambiente tranquilo y reverente. Las familias se reúnen alrededor de estos altares para rezar, recordar y compartir historias sobre sus seres queridos. Es un momento de unión y reflexión que fortalece los lazos familiares y comunitarios.
Para aquellos que deseen ser parte de esta experiencia única y enriquecedora, Pomuch abre sus puertas a los visitantes externos durante las festividades de octubre-noviembre. Los habitantes del pueblo son cálidos y acogedores, y están dispuestos a compartir su cultura y tradiciones con quienes deseen conocerlas.
Al visitar Pomuch durante el desentierro de muertos, los viajeros tienen la oportunidad de presenciar de cerca esta conmovedora celebración y aprender sobre la rica historia y cultura de la región. Además, pueden participar en la creación de ofrendas y altares, lo que les permite sumergirse de manera activa en esta experiencia única.
Pomuch en Campeche es un tesoro cultural en el sureste de México que ofrece a los visitantes la oportunidad de vivir una experiencia inigualable. El desentierro de muertos es una manifestación conmovedora de amor, respeto y conexión con los seres queridos que han partido. Visitar Pomuch durante estas festividades es una oportunidad única para sumergirse en la rica tradición y cultura de esta región.
INGLES
If you are looking for a unique and authentic cultural experience in Mexico, look no further than the town of Pomuch in the state of Campeche. This little corner of the Mexican southeast, located just under 70 kilometers from the state capital, is known for preserving ancestral traditions, among which one of the most surprising and fascinating stands out: the hint of dead during the allusive dates to October- November, especially on the Day of the Dead.
Pomuch, a quiet Campeche town, is the place where Mayan traditions are intertwined with Catholicism in a celebration that honors and remembers the loved ones who have left. For the inhabitants of Pomuch, remembering their dead is not just a tradition, it is an act of love and respect that takes place every year in a unique ritual.
THE RITUAL OF THE DEPARTURE OF DEAD
The disinterment of the dead is one of the most notable practices carried out in Pomuch during the November festivities. From October 25 to 30, the people of the town gather to carry out this moving ritual. During this time, the remains of loved ones who are buried in the people’s pantheon are unearthed with great care and respect.
The objective of this ritual is to clean the remains and carry out a special veneration for the deceased. Families strive to remember their loved ones and somehow bring them back to their homes. To achieve this, offerings and altars are created in which the polls are placed with the remains of the deceased to enlist them for the day of the dead.
The process of dismissal and cleaning is carried out by family members, and is an experience that involves all generations. Each one has a role in this process, from the youngest to the elderly, and together they perform a meticulous cleaning of the bones and remains of their loved ones.
To carry out this process, delicate rags and brushes are used to clean the remains. Each fragment is treated with the utmost respect and care, which reflects the deep connection that Pomuch inhabitants maintained with their ancestors.
It is important to note that the disinterment of the dead in Pomuch is a legal and regulated process. To carry out this practice, the presentation of an exhumation letter and the corresponding death certificate is required. This ensures that everything is done appropriately and respectfully.
The unearthing of the dead in Pomuch is much more than a tradition. It is an act of love and respect towards loved ones who are no longer physically present, but who continue to live in the hearts and memories of their families. Every year, this unique celebration allows the inhabitants of Pomuch to feel close to their deceased and keep alive the memory of those who came before them.
The creation of offerings and altars
Once the remains have been cleaned and prepared, they are placed on special altars and offerings in the families’ homes. These altars are decorated with flowers, candles, photographs of the deceased, and objects that were meaningful to them in life.
The scents of candles and flowers fill the air, creating a calm and reverent atmosphere. Families gather around these altars to pray, remember and share stories about their loved ones. It is a moment of unity and reflection that strengthens family and community ties.
For those who wish to be part of this unique and enriching experience, Pomuch opens its doors to external visitors during the October-November festivities. The townspeople are warm and welcoming, and are willing to share their culture and traditions with those who wish to learn about them.
By visiting Pomuch during the unearthing of the dead, travelers have the opportunity to witness this moving celebration up close and learn about the rich history and culture of the region. Additionally, they can participate in the creation of offerings and altars, allowing them to actively immerse themselves in this unique experience.
Pomuch in Campeche is a cultural treasure in southeastern Mexico that offers visitors the opportunity to live an unparalleled experience. The disinterment of the dead is a moving manifestation of love, respect and connection with departed loved ones. Visiting Pomuch during these festivities is a unique opportunity to immerse yourself in the rich tradition and culture of this region.