Por Maya Turistic
El santuario maya fue descubierto hace medio siglo, pero permanecía inexplorado hasta ahora, según el INAH.
Arqueólogos mexicanos descubrieron una cueva con cientos de reliquias arqueológicas que podrían develar los misterios de la fascinante ciudad y centro ceremonial maya de Chichén Itzá, situada en la Península de Yucatán, informó este lunes el científico encargado del proyecto.
En ese “espacio místico” denominado Balamkú y considerado como un “tesoro científico” se han encontrado siete ofrendas constituidas por incensarios de cerámica “tipo Tláloc”, es decir, con rasgos similares a la imagen del dios de la lluvia en la cosmovisión maya y otros objetos, dijo en conferencia el investigador Guillermo de Anda.
Los primeros datos fueron presentados ayer, en la sede del INAH, por los arqueólogos Guillermo de Anda, Pedro Francisco Sánchez Nava y Roberto Junco Sánchez, quienes advirtieron que la información que se obtendrá en dicho lugar ayudará a reescribir la historia de Chichén Itzá.
El lugar es abrumador, existe una gran cantidad de material arqueológico y su estado de preservación es muy bueno. Creo, sin lugar a dudas, que Balamkú es una de las más importantes cuevas de Yucatán y no exagero al decir que este es el hallazgo más importante en la zona de la Península tras la cueva de Balamkanche”, expresó De Anda.
Dentro de la cueva, que tiene la forma de un gusano, se hallaron cerca de 200 incensarios, vasijas y algunos huesos de animales. Y uno de los elementos más valiosos del sitio es que no ha sufrido saqueos y su contexto está intacto.
Hasta el momento, detalló De Anda, los expertos sólo han realizado una exploración preliminar y aún no se efectúa ningún tipo de excavación, por lo que no se descarta la posible presencia de materiales más antiguos, incluidos restos óseos humanos, debajo de los lodos y sedimentos. La cueva ya explorada se encuentra 24 metros debajo de la tierra, es laberíntica, pero aún no se ha concluido el mapeo.
En la cueva están creciendo estalagmitas lo cual no habla de un gran estado de preservación de la cueva. Si hubiera habido una alteración se notaría de inmediato. Es un lugar magnífico, algunas de las vasijas están fragmentadas y puede ser por efecto natural o a causa de un proceso de matado ritual.
Esto va a cambiar la noción que tenemos de Chichén Itzá porque nos dará respuestas muy concretas, sobre todo a cronologías cerámicas. La cueva ha sido explorada apenas en una tercera parte, lo que significa que estamos empezando y que viene el trabajo más duro.