Por Maya Turistic
Chiapa de Corzo es una pequeña ciudad situada en el centro del estado de Chiapas, en el sureste de México. Fue la primera ciudad establecida en el Estado y la primera capital.
Este lugar es uno de los pueblos más bellos de Chiapas que se embellece con el río Grijalva, construcciones renacentistas, su cálida gente, sus colores por doquier e impresionantes espectáculos naturales como el cañón del sumidero o las paredes que alcanzan casi los mil metros de altura, en donde se pueden observar reverdeciente flora, asombrosa fauna, cuevas y cascadas.
La cultura de los pueblos chiapanecos, como muchos otros de la región del sureste, están ligados a asombrosas historias, mitos y leyendas de índole religiosas, fantásticas y paranormales que a través del tiempo han pasado de generación en generación.
Se dice que los inicios de esta localidad es una bella y conmovedora historia sobre el suicidio colectivo de comunidades enteras de chiapanecos. Se relata que durante el proceso de la conquista de esta región, se dio una heroica batalla donde prácticamente se acabó la población, no porque los españoles les hayan dado muerte, sino por la decisión propia de los chiapanecos de quitarse la vida antes que aceptar la dominación.
Advertidos los conquistadores de la dificultad de someter a los indígenas, iban muy bien armados comandados por el capitán Diego de Mazariegos quien llegó a Chiapas en 1528 por órdenes de Hernán Cortés. Los españoles eran numerosos y se encontraban muy bien equipados con armamento además de indígenas mexicas y tlaxcaltecas que traían desde Tenochtitlán. A esta fuerza se añadió el apoyo de varios pueblos vecinos, enemigos de los chiapanecos.
Se dice que los chiapanecos de esta región, les hicieron frente y pelearon con su característica bravura arrojando flechas, lanzas y piedras. Se habla de que las tropas del capitán español tuvieron bajas importantes, pero debido a su superioridad en armamento y número de combatientes, obligaron a los indígenas a refugiarse en su ciudad principal. Se refiere que ésta se encontraba cerca del Peñón de Tepetchía, en el cañón del Sumidero, resguardada por las imponentes y verticales paredes rocosas que conforman la cañada, donde se libró la última y célebre batalla.
Los indígenas al encontrarse francamente perdidos y cercados por el enemigo, familias enteras se arrojaron desde la cima del precipicio y cayeron en las aguas del río, que se teñían de rojo, optando por morir antes de sucumbir a la dominación. Ante este hecho, el capitán español, conmovido y aterrado, hizo cesar el fuego y rescatar los pocos sobrevivientes.
Cuentan que los pocos sobrevivientes chiapanecos de la numerosa población fueron llevados a las orillas del río para fundar un nuevo pueblo: Chiapa de los Indios, conocido actualmente como Chiapa de Corzo, los cuales hoy en día a sus descendientes se les denomina chiapacorceños.
Esta famosa batalla quedó para siempre en el blasón de armas que el emperador Carlos V concedió en 1535 a Chiapa de los Españoles, fundada en 1528 por el conquistador Mazariegos y que actualmente es San Cristóbal de las Casas. Por existir estas dos ciudades coloniales, se derivó de Chiapa el plural “Chiapas”, nombre actual del estado.